domingo, 1 de julio de 2018

“¿Es la musicoterapia una alternativa de tratamiento para superar la crisis de identidad en la adolescencia?”

Creo que lo que me sucede es maravilloso y no sólo por lo que puedo ver en mi cuerpo, sino por todo lo que está sucediendo dentro de él”. 5 de Enero de 1944
                      Quizás la tarea más importante de la adolescencia consiste en la búsqueda, o más bien, en la construcción de su propia identidad, vale decir, viven en la permanente pregunta de ¿Quién soy en realidad? Los adolescentes necesitan desarrollar sus propios valores, opiniones e intereses y no sólo desean repetir los modelos de sus padres. Desean sentirse amados y respetados por lo que son, y para eso han de saber primero quiénes son.
                     “La adolescencia es un periodo de transición en el desarrollo entre la niñez y la edad adulta. Por lo general, se considera que comienza de los 12 ó 13 años y termina hacia los 19 ó 20. Sin embargo su base física ha comenzado mucho antes, y sus ramificaciones psicológicas pueden perdurar hasta mucho después”. En general se considera que la adolescencia comienza con la pubertad, el proceso que conduce a la madurez sexual, cuando una persona puede engendrar. Aunque los cambios físicos de este periodo de vida son radicales, no se desatan de un golpe al final de la niñez, sino que la pubertad forma parte de un largo y complejo período que comienza desde antes de nacer.
                     Hoy, se hace evidente percibir, que existen elevados niveles de ansiedad en las personas, sobre todo en los adolescentes, quienes  ven alterados sus estados de ánimo, desencadenando actitudes inseguras, sienten una gran necesidad de recibir la aprobación de los demás, en las tareas que desempeñan, etc. Todo esto formando parte, como una arista a su formación de identidad.
                     Los adolescentes se constituyen en grupos, y son en éstos, donde se generan los patrones de conducta que se propone seguir el adolescente. El deseo de ser independiente de la familia lo va a suplir con la dependencia que siente hacia el grupo. Quizás sea buscar una identidad diferente a la de sus padres, o ahogar el sentimiento que le ocupa en el momento. El hecho es que una de las actividades que más realizan los adolescentes es escuchar música. La música une a individuos de puntos diferentes de la sociedad.
                     La música es un vehículo de lenguaje, que moviliza e influye de manera sustancial en las actitudes, estados de ánimos, emociones y los actos del ser humano. Igualmente contribuye, a la adaptación del individuo a su medio. Por otra parte, la música es un estímulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo, vale decir, el pensamiento, el lenguaje, el aprendizaje y la memoria y también enriquece los procesos motores, además de fomentar la creatividad y la disposición al cambio.
                    La música un medio portador de nuevas experiencias, un arquitecto de verdades. De este modo, el adolescente convive y forma parte de esta generación, transformando su entorno, su vida y la de otros, todo gracias al lenguaje. El lenguaje es factor de identidad, que nos une al pasado y proyecta al futuro. Además, es un vínculo de símbolos que aglutina  a la comunidad que comparte el mismo código. No sólo es un método de comunicación, lo trasciende porque es una institución social, lazo incuestionable, que lo mantiene gravitando sobre nuestra actualidad, que reúne y es un motor de identificación.

                Efectivamente durante este camino de publicaciones iremos viendo diversas alternativas de trabajo. 
                     

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