domingo, 22 de julio de 2018

ALLKÜNTUN.

SABER ESCUCHAR. 

Escuchar, fuente inagotable de conocimiento. Si leemos con calma la frase anterior podremos reconocer en ella un juego gramatical extraño. Escuchar es un verbo y lo hemos transformado en sustantivo al referiros a él como una FUENTE. Sin embargo el contenido latente de esta frase es mucho mas profundo.

Efectivamente en el acto de escuchar existe toda una gama de posibilidades para el enfrentamiento de la vida,  podrás encontrarlo evidente y lo es,  veamos que nos dice este   ejemplo . "Un bebé de 9 meses de edad, ha logrado identificar la voz de los miembros de su familia nuclear". Este acto propio del desarrollo nos muestra con claridad, y en un punto inicial, que la escucha es una acción socializadora.  En ese proceso de socialización no solo existe la escucha como identificación de un otro, sino como un proceso de desarrollo mucho mas complejo. En psicología hablamos de este proceso como un estado en el que niñas y niños sostienen su identidad a través de otros, reflejando desde el entorno rasgos de su personalidad. Es como si fueran reflejo de otros. Esta palabra es importante. REFLEJO. Otros autores e investigadores desde la neurociena sostienen lo siguiente:  En Canadá, el científico Robert ZatorreBrain, Music and Sound [cerebro, música y sonido],  describe así los mecanismos neuronales de percepción musical: 
"una vez que los sonidos impactan en el oído, se transmiten al tronco cerebral y de ahí a la corteza auditiva primaria; estos impulsos viajan a redes distribuidas del cerebro importantes para la percepción musical, pero también para el almacenamiento de la música ya escuchada; la respuesta cerebral a los sonidos está condicionada por lo que se ha escuchado anteriormente, dado que el cerebro tiene una base de datos almacenada y proporcionada por todas las melodías conocidas." 
https://elpais.com/elpais/2015/08/31/ciencia/1441020979_
017115.html

En el articulo citado, podremos ver otros elementos relacionado con los aspectos en los que la neurociencia validan las ideas propuestas en el párrafo anterior, pero además nos invita a revisar como la música ha sido uno de los principales vehículos de trascendencia en lo que llamaremos "la música al servicio del hombre en sus dimensiones bio-psico-social". 

¿Para qué escuchar ?

Allküntun, este vocablo mapuche nos recuerda lo mágico de la ancestralidad, allküntun  significa escuchar. Escuchar la sabiduría de la naturaleza, de los tiempos, de los vientos, del alma misma. Escuchar y resonar cuando es necesario. Escuchar y activar la existencia entera, para un viaje sin retorno hacia lo mas profundo del sonido del universo,  todo el cosmos resonando en la escucha de lo que llamaremos la transferencia, el vínculo o la comunicación. Escuchar, oír y volcar toda nuestra atención y concentración hacía el mundo exterior, para dar sentido a nuestra existencia. Reflejar en nuestro ser lo que proviene desde afuera. 

Para nuestra técnica MUSICOTERAPIA DE LAS BANDAS SONORAS DEL ALMA. El acto de escuchar es el inicio, el proceso y el fin. Siempre será escuchar, oír, estar contigo en la escucha activa  y atender tu historia, tu vibración, tu expresión desde la postura del reflejo, ser capaz de resonar la banda sonora que te ha acompañado desde el principio de tu vida. 

domingo, 1 de julio de 2018

“¿Es la musicoterapia una alternativa de tratamiento para superar la crisis de identidad en la adolescencia?”

Creo que lo que me sucede es maravilloso y no sólo por lo que puedo ver en mi cuerpo, sino por todo lo que está sucediendo dentro de él”. 5 de Enero de 1944
                      Quizás la tarea más importante de la adolescencia consiste en la búsqueda, o más bien, en la construcción de su propia identidad, vale decir, viven en la permanente pregunta de ¿Quién soy en realidad? Los adolescentes necesitan desarrollar sus propios valores, opiniones e intereses y no sólo desean repetir los modelos de sus padres. Desean sentirse amados y respetados por lo que son, y para eso han de saber primero quiénes son.
                     “La adolescencia es un periodo de transición en el desarrollo entre la niñez y la edad adulta. Por lo general, se considera que comienza de los 12 ó 13 años y termina hacia los 19 ó 20. Sin embargo su base física ha comenzado mucho antes, y sus ramificaciones psicológicas pueden perdurar hasta mucho después”. En general se considera que la adolescencia comienza con la pubertad, el proceso que conduce a la madurez sexual, cuando una persona puede engendrar. Aunque los cambios físicos de este periodo de vida son radicales, no se desatan de un golpe al final de la niñez, sino que la pubertad forma parte de un largo y complejo período que comienza desde antes de nacer.
                     Hoy, se hace evidente percibir, que existen elevados niveles de ansiedad en las personas, sobre todo en los adolescentes, quienes  ven alterados sus estados de ánimo, desencadenando actitudes inseguras, sienten una gran necesidad de recibir la aprobación de los demás, en las tareas que desempeñan, etc. Todo esto formando parte, como una arista a su formación de identidad.
                     Los adolescentes se constituyen en grupos, y son en éstos, donde se generan los patrones de conducta que se propone seguir el adolescente. El deseo de ser independiente de la familia lo va a suplir con la dependencia que siente hacia el grupo. Quizás sea buscar una identidad diferente a la de sus padres, o ahogar el sentimiento que le ocupa en el momento. El hecho es que una de las actividades que más realizan los adolescentes es escuchar música. La música une a individuos de puntos diferentes de la sociedad.
                     La música es un vehículo de lenguaje, que moviliza e influye de manera sustancial en las actitudes, estados de ánimos, emociones y los actos del ser humano. Igualmente contribuye, a la adaptación del individuo a su medio. Por otra parte, la música es un estímulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo, vale decir, el pensamiento, el lenguaje, el aprendizaje y la memoria y también enriquece los procesos motores, además de fomentar la creatividad y la disposición al cambio.
                    La música un medio portador de nuevas experiencias, un arquitecto de verdades. De este modo, el adolescente convive y forma parte de esta generación, transformando su entorno, su vida y la de otros, todo gracias al lenguaje. El lenguaje es factor de identidad, que nos une al pasado y proyecta al futuro. Además, es un vínculo de símbolos que aglutina  a la comunidad que comparte el mismo código. No sólo es un método de comunicación, lo trasciende porque es una institución social, lazo incuestionable, que lo mantiene gravitando sobre nuestra actualidad, que reúne y es un motor de identificación.

                Efectivamente durante este camino de publicaciones iremos viendo diversas alternativas de trabajo.